Directamente de la autoría de dos de mis ortodoncistas favoritos el Dr Donald J. Rinchuse y el Dr Sanjivan Kandasamy, les traemos un artículo llamado Canine Protected Occlusion – evidence-based clinical guidance publicado recientemente en el CRANIO The Journal of Craniomandibular & Sleep Practice.
Este artículo cuestiona la creencia tradicional en la oclusión protegida por caninos (CPO), también conocida como guía canina u oclusión mutuamente protegida, que durante mucho tiempo se ha considerado como la mejor o más saludable forma de oclusión funcional en odontología. La idea es que cuando los dientes caninos están en contacto durante movimientos de lado a lado, se protege la salud de los otros dientes, las articulaciones temporomandibulares, y previene problemas como el desgaste excesivo o el desorden temporomandibular.
Objetivo del estudio
El objetivo principal de este artículo es examinar críticamente la validez de la oclusión protegida por caninos (CPO), tanto desde un punto de vista biológico como de evidencia científica. Los autores buscan determinar si esta teoría está respaldada por evidencia sólida y si debe considerarse una estrategia clínica recomendada.
Qué hicieron
Realizaron una revisión exhaustiva de la literatura científica existente sobre la CPO, incluyendo estudios históricos, investigaciones actuales y revisiones de consenso clínico. Analizaron las bases teóricas, los estudios experimentales y las afirmaciones tradicionales relacionadas con esta filosofía de oclusión. En esencia, examinaron la evidencia para evaluar la validez y utilidad clínica de la CPO.
Criterios de selección
Eligieron estudios y artículos relevantes relacionados con:
- La historia y fundamentos de la CPO
- Estudios científicos que evalúan la función y los contactos oclusales
- Investigaciones sobre la relación de la CPO con TMD, desgaste y otras patologías
- Ensayos clínicos, revisiones sistemáticas y artículos de consenso No especifican un método detallado de selección, pero se centraron en artículos que aportaran evidencia tanto a favor como en contra de la CPO para valorar su validez.
Resultados
- La CPO no está respaldada por evidencia científica sólida que demuestre que protege contra TMD, desgaste o fracturas.
- Los métodos tradicionales para evaluar la CPO, como los registros con papel articulado, no reflejan fisiológicamente cómo funciona la mandíbula en la vida real.
- Diferentes tipos de oclusión funcional (como grupo de función o oclusión equilibrada) pueden ser igualmente aceptables, ya que no existe una forma única o ideal.
- La idea de que los caninos “guardan” la función y protegen las estructuras dentales o articulares carece de respaldo en estudios recientes.
Limitantes del estudio
- Se trata de una revisión bibliográfica y no de un estudio experimental original, por lo que depende de la calidad y cantidad de investigación previa.
- Algunas investigaciones existentes tienen limitaciones metodológicas, como mediciones subjetivas, que limitan las conclusiones definitivas.
- La evidencia disponible no es contundente, por lo que la revisión refleja una postura crítica, pero puede estar sujeta a interpretaciones y a futuras investigaciones.
Conclusiones de los autores
- La CPO no es la oclusión “óptima” ni “preferida” en clínica, ya que carece de evidencia científica sólida.
- La prioridad clínica debe ser lograr una oclusión estable en máxima intercuspidación y identificar contactos que puedan causar problemas, en lugar de aplicar un esquema ideal sin respaldo.
- Es importante centrarse en evaluar la funcionalidad real del sistema masticatorio, no en seguir dogmas antiguos.
- La evidencia apoya que no hay una oclusión ideal única y que la personalización y funcionalidad real son lo más importante.
Qué me deja esta investigación
Este artículo nos invita a cuestionar ideas tradicionales, como la de que la guía canina es necesaria o la mejor forma de ocluir los dientes. Es un recordatorio de que la práctica clínica debe fundamentarse en evidencia científica, no en dogmas o teorías sin respaldo. Además, nos hace recapacitar sobre que la funcionalidad y estabilidad en la oclusión importan más que seguir un esquema de contacto “perfecto” predeterminado.
Bibliografía
Donald J. Rinchuse, Sanjivan Kandasamy & Daniele Manfredini (21 Jul 2025): Canine Protected Occlusion – evidence-based clinical guidance, CRANIO®, DOI: 10.1080/08869634.2025.2536784
https://doi.org/10.1080/08869634.2025.2536784
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