Actualmente se ha puesto de moda limpiar los dientes con pastas dentales con carbón activado que según sus fabricantes son un producto natural, blanqueador, detoxificador y antimicrobiano. Qué más quisiéramos los odontólogos que esto fuera así. Como especialistas en una ciencia de salud debemos guiarnos por la investigación científica en vez de la publicidad comercial. Se ha llevado adelante una Revisión Sistemática sobre la eficacia y riesgos de este producto. Se puede descargar desde aquí. https://jada.ada.org/article/S0002-8177(17)30412-9/fulltext
¿Cuáles fueron los resultados?
- No encontraron estudios sobre la eficacia del carbón activado.
¿Cuál es el comentario metodológico?
La Revisión es relatada con búsqueda sistemática derivada luego en una scoping review. No está registrada ni sigue el protocolo PRISMA. La búsqueda es adecuada, un poco breve para la literatura gris, el único problema es que utilizan filtro de idioma lo que aumenta el riesgo de sesgo. Los criterios de inclusión son muy generales. La selección y extracción de datos fue por duplicado. No analizan riesgo de sesgo ni calidad de evidencia. La Revisión es de baja calidad metodológica.
¿Cómo puedo usar esta evidencia en mi consultorio?
Si bien los autores no encontraron estudios de eficacia evaluaron los 13 que encontraron, de los cuales descartaron 7. 2 encontraron reducción de caries, 3 efectos dañinos como abrasión y mayor caries y 1 que no tenía efectos adversos. Por lo poco que se sabe es un producto abrasivo que puede eliminar manchas externas a expensas de reducir el espesor de esmalte y dejarlo poroso. Es necesario limpiar luego con una pasta con flúor ya que el carbón activado evita su acción, lo que favorecería el riesgo de caries. Si bine clínicamente no hay pruebas, un estudio de laboratorio chequeado mostró que diminuye el tono rojo/verde en un espectrofotómetro de modo débil dejando una superficie muy rugosa. Esto sugiere que posiblemente elimine pigmentos de superficie junto con esmalte superficial. Y desde ya nada esto tiene que ver con la capacidad del carbón activado y la bentonita de “retener” pigmentos y microorganismos en sus estructura porosa para así luego ser eliminado. Para ser más claros, el “efecto filtro natural” no existiría, esto funcionaría removiendo el esmalte de superficie y sin eliminar los pigmentos internos, como sí hace un blanqueamiento.
Lo maravilloso de esto es que las afirmaciones de los fabricantes no están basadas en pruebas científicas. Como siempre la irresponsabilidad empresaria poniendo en riesgo la salud de las personas, que también algo de responsabilidad tienen al creer en los anuncios sin chequear los datos con su odontólogo. Por supuesto que los organismos de control brillan por su ausencia. Este producto entra en la nueva moda de “producto natural, sin químicos” slogan que atrae personas, pero sus efectos serían terribles.
¿Acaso alguien en su sano juicio utilizaría un fármaco para el corazón que no haya sido estudiado y se base en lo que dice la farmacéutica? No lo creo. Esperamos más estudios sobre este tema ya que por el momento tenemos poco y nada.