La velocidad del movimiento ortodóncico está limitada y condicionada por factores biológicos y no por mecánicos. La sociedad actual prioriza la celeridad, existe acceso instantáneo a cualquier dato a un deslizamiento de dedo de distancia. Esto influye en la actitud de los pacientes ante un tratamiento de ortodoncia, estando condicionados negativamente por el tiempo que implica. Se están haciendo cuantiosos esfuerzos por acelerar el movimiento dentario ya que dos o tres años de tiempo de tratamiento en la sociedad actual es intolerable..
Existen numerosos maniobras, desde estímulos físicos (luz, láser, vibración, etc) mediadores químicos locales (vitamina D3, prostaglandinas, etc.) hasta los más populares que son los medios quirúrgicos. Estos se basan en el fenómeno RAP (regional acceleratory phenomenon, anglicismo que significa fenómeno de aceleración regional). Dentro de este grupo se destacan los corticales como la piezocisión (cortes con ultrasonido) y la alveolocentesis (microperforaciones como el Propel® o con microimplantes).
Las intervenciones quirúrgicas para estos fines son invasivas y los pacientes por lo general no desean someterse a las mismas. Por ende debemos estar seguros del beneficio que producen para indicarlas; es decir que el balance costo beneficio sea positivo.
¿Acelerarán estos tratamientos el movimiento dental? La Dra. Domínguez Camacho y cols de la Facultad de Odontología en la Universidad del Valle en Cali, Colombia intentan resolver esta duda. Pueden descargarla desde aquí. El texto completo es gratuito.
¿Qué hicieron?
Condujeron una scoping review (al parecer) del tema, ya que por lo reciente una revisión sistemática completa sería prematuro. Graduaron los resultados con la herramienta OCEBM (Oxford Center of Evidence Based Medicine, Centro de Medicina Basada en la Evidencia de Oxford) modificada.
¿Qué encontraron?
El nivel de evidencia más alto es 2b (estudio de cohortes) sobre surgery first, láser y corticotomía. Son necesarios más estudios de calidad. No detallan la cantidad de estudios localizados ni los sumarian en tablas.
¿Cuál es la crítica?
Existe alto riesgo de que haya estudios perdidos ya que buscan en una sola base de datos y no detallan los términos de búsqueda. No hay estrategia de búsqueda para la literatura gris. Estos criterios deben aplicarse incluso en una scoping review. Fuera de esto el principal limitante parece ser la base de los estudios.
¿Cómo puedo aplicar esta evidencia a mi consultorio?
Personalmente me gustan las scoping review con graduación de evidencia más que cualquier otra revisión, incluso más que una revisión sistemática. En ella apreciamos todo lo que está investigado sin estar limitado por la magnitud de calidad, no obstante es ponderado por calidad. Me permite generar una estrategia clínica siendo consciente del nivel de recomendación. Muchas recomendaciones clínicas escapan a los estudios clínicos aleatorios. Por supuesto que las conclusiones a las que arribamos con estos estudios son muy generales y de escasa aplicabilidad.
La evidencia es muy escasa, existiendo tres categorías con nivel 2b (estudio de cohortes). Descartando el surgery first ya que no se aplica a ortodoncia de rutina, descartando el láser que no es un equipo común en las clínicas; sólo nos queda la corticotomía. En la misma en un grupo de 20 sujetos se acelera el tratamiento del apiñamiento en más de un 50%.
El gran problema de los estudios pequeños y de baja calidad es que tienden a exagerar los resultados. Y no hay más estudios de calidad similar para comparar. Teniendo esto en cuenta, la base de la decisión es más que nada fisiopatológica y clínica de baja calidad y muestra. Podemos informarle de esto al paciente y debe ser él el que tome la decisión si está interesado en someterse a esta terapia. Recuerden que el paciente es una pieza fundamental de la toma de decisión clínica (basada en evidencia).
Posiblemente este campo tenga un futuro promisorio, aunque en mi experiencia los pacientes que buscan tratamiento de ortodoncia de rutina (“enderezar dientes”) no son muy dispuestos a realizarse actos quirúrgicos. Es más, son niños o adolescentes acompañados de su madre que es reticente ante las cirugías electivas a su hijo (no desea que le “toquen al nene”). Pensemos en lo que cuesta que los pacientes se realicen extracciones de premolares por indicación ortodóncica. Una consecuencia de esto es la moda del mal uso de técnicas de autoligado pasivo y baja fricción. Ni hablar de las extracciones de terceros molares y germectomías. Por ende la aplicabilidad de estos datos, al menos en mi medio, es muy cuestionable. De cualquier modo es nuestra obligación por ley y ética profesional informarle de esta posibilidad terapéutica al paciente y debe ser él el que decide.
EVIDENCIA+PACIENTE+EXPERIENCIA ¿Algo más?