En 1977 Solow y Kreiborg propusieron la teoría del estiramiento de los tejidos blandos. ¿Cómo es esto? Les voy a pedir a los lectores que lleven hacia adelante su cabeza. Notarán como se tensan los músculos del cuello y tiran hacia atrás la mandíbula. Esto es precisamente la teoría del estiramiento de tejidos blandos. Luego de muchos estudios los autores citados propusieron la teoría que la proyección anterior de la cabeza por estirameinto de los tejidos blandos se relaciona con un crecimiento vertical y de clase II por la influencia en la mandíbula. Generalmente esta posición craneal se adopta ante respiración oral.
Gomes y cols llevaron adelante una revisión sistemática para evaluar esta teoría de los años 70, que tiene utilidad ya que sería una variable más que ayudaría a predecir el crecimiento en nuestros pacientes. Se puede descargar desde aquí. No todo en la profesión son las Revisiones de tratamientos, el crecimiento también tiene lugar en las evidencias.
¿Cuáles fueron los resultados?
Seleccionaron 12 artículos con una calidad de baja a moderada. Hallaron asociaciones débiles y moderadas de los siguientes parámetros (r=0.19-0.62):
-Los sujetos de mandíbula péqueña y dimensión vertical aumentada presentaban posición adelantada de la cabeza, aumento del ángulo craneocervical y aumento de la lordosis cervical
-Los sujetos de mandíbula grande y dimensión vertical pequeña presentaban una postura retruida de la cabeza con un ángulo craneocervial menor y rectificación cervical.
-La asociación debe tomarse con cuidado ya que fue de débil a moderada.
-Hubo estudios que no hallaron asociaciones.
¿Cuál es el comentario metodológico?
La revisión no está registrada. La búsqueda no indaga en literatura gris y posee filtro de idioma, por ende hay riesgo de estudios perdidos. Analizan calidad y no riesgo de sesgo en los estudios. El resto del método aparenta ser bien conducido.
Se debe recalcar que cuando se habla de asociación para ser considerada como tal debe ser superior a r=0.70 y los rangos van de 0.19 a 0.62, por ende son asociaciones bajas y moderadas. No todos los estudios hallaron asociación. Que dos variables se relacionen no es importante, lo importante es CUANTO se relacionan, este asunto suele ser pasado por alto. Estamos tan entusiasmados en probar las relaciones entre las cosas que solemos pasar por alto su magnitud y es en base a esto que existen miles de conflictos en nuestra especialidad.
¿Cómo puedo aplicar esta evidencia en mi consultorio?
Siendo el crecimiento influido por genes y medio ambiente (genotipo versus fenotipo) y este medio ambiente puede influir de tantas maneras, son lógicos los resultados. No hay una variable que pueda influir de modo drástico, es por ello la baja magnitud de asociación, siendo no causal.
Generalmente podemos esperar que una postura adelantada de la cabeza no induzca a cambios en el crecimiento. No obstante podría inducir a una clase II en pocos sujetos. ¿Cuáles? No sabemos. ¿Cuánto? No sabemos. Si bien es muy vaga esta afirmación, puede ayudarnos a entender mejor los cambios que se producirán en un paciente niño que concurra a nuestro consultorio.
El mensaje que tenemos que llevarnos es que en biología no tiende a existir una ley del todo o nada; es decir para este caso, si hay una postura adelantada de la cabeza siempre va a producir/agravar una clase II o nunca la va a producir/agravar. Siendo un proceso multifactorial hay muchas posibilidades en el medio. Parafraseando a los comentarios académicos de mi amigo Dr. Mario Valdez: “Sólo los Sith piensan en extremos.”
Bibliografía.
Gomes LC, Carpio Horta KO, Gonçalves JR, dos Santos-Pinto, A. Craniocervical posture and craniofacial morphology. Systematic Review. European Journal of Orthodontics 36 (2014) 55–66