Jamás me había percatado lo poco científicos que somos, como ahora. Jamás me había percatado lo fácil con lo que aceptamos las cosas como ahora. Jamás me había percatado lo perdida que esta la ortodoncia como ahora.
La era de la evidencia ha llegado tarde a la ortodoncia, y ha sido por nuestra culpa, por nuestros propios “usos y costumbres”. Somos esclavos de una era de “cursitis” en la que buscamos con ansia “gurús” que nos digan que camino tomar, que decisiones llevar a cabo en nuestros pacientes.
Como esclavos de nuestra propia ignorancia. El asunto con la ignorancia jamas ha sido tenerla, el asunto es reconocerla y superarla. De esa manera seguir aprendiendo y seguir creciendo. Por alguna razón no reconocemos nuestra ignorancia… por alguna razón no entendemos la evidencia.
Este año Daniel y yo decidimos empezar un proyecto que no imagine avanzara tan rápido, Ortodoncia Basada en Evidencia se nutre no solo de nuestras notas, sino también de los comentarios de nuestros lectores, aquí o en las redes sociales. Sin embargo debo de admitir algo, los ortodoncistas andamos navegando a ciegas en la era de la evidencia, y creo que nuestra principal razón es por una extraña mezcla entre egolatría-terquedad-charlatanería la cual hemos dejado que alimente a nuestra ciencia, la ortodoncia.
Si bien las revisiones sistemáticas y meta-análisis al principio no son tan sencillos de digerir, queda en nosotros el compromiso por aprender a leerlos, entenderlos, usarlos en base a sus conclusiones y limitantes. Los ortodoncistas nos sentimos perdidos, y ese sentimiento de incomodidad al saber que un nuevo estudio no justifica tal o cual terapia, tal o cual conocimiento… en pocas palabras nos sentimos incomodos al saber que nuestras decisiones no se basan en lo que juramos hacíamos, ciencia.
El camino de la evidencia no es sencillo, principalmente para aquellos que se jactan de “apasionados”, la ciencia no necesita pasión, necesita evidencias. Sin embargo poco a poco esperamos que la evidencia ocupe el lugar que se merece en la ortodoncia, no por las investigaciones, no por los ortodoncistas, no por los materiales, sino por los pacientes, para las decisiones clínicas que tomamos para cada uno de ellos.
Se ha acabado el 2015, y con el la primera temporada de Ortodoncia Basada en Evidencia. Los dejaremos descansar un poco, y regresaremos con más evidencias que compartir con todos ustedes durante nuestra segunda temporada, en el 2016. Esperamos que pasen unos días festivos llenos de felicidad, rodeados de sus familias y seres queridos, feliz 2016.
El próximo año, desde esta pequeña trinchera, Daniel y yo, seguiremos con esta pequeña tarea, compartir evidencias.