Los ortodoncistas nos jactamos de leer ciencia, sin embargo, muchas veces rayamos de inocentes al leer algo y no saber catalogarlo como evidencia o no.
Los clínicos por lo general no están capacitados para evaluar trabajos científicos. Como tales, a menudo tienen dificultades tratando de determinar el nivel de las pruebas aportadas en los revistas, artículos y trabajos que leen, esta falta de formación nos conduce a la falacia del argumentum ad verecundiam al evaluar un artículo basado en los apellidos de los autores o título de la revista. Este es un problema, dado que el método científico no clasifica autoridad como un alto nivel de evidencia. Los ortodoncistas tenemos una alta tradición de juzgar y/o recomendar literatura basándonos solamente en apellidos.
Hoy, en la era de la ortodoncia basada en la evidencia, es más importante que nunca para tomar decisiones basadas en evidencia científica, a fin de ofrecer a nuestros pacientes el mejor tratamiento disponible y mejorar la eficiencia del tratamiento.
El día de hoy en OBE, compartimos con todos ustedes un excelente artículo llamado What is the level of evidence of what you are reading? escrito por Renato Parsekian Martins y Peter H. Buschang, publicado en el Dental Press Journal of Orthodontics.
Este artículo nos lleva de la mano (literalmente) para poder clasificar lo que leemos y darle el lugar que merece, al final de cuentas debemos recordar que es información la cual nos servirá para tomar decisiones clínicas con nuestros pacientes. Los autores ofrecen un formato de “check-list” para que nosotros clasifiquemos nuestras lecturas y así facilitarnos el trabajo. Lectura 100% recomendada.
Ricardo Salcido Guzmán dice
Gracias por el aporte Dr Valdez .
Indispensable para saber a que debemos de darle mas valor y mejorar nuestro criterio y toma de decisiones en los casos que vemos día a día.
Saludos cordiales!